Kiss - Sonic Boom

Kiss - Sonic Boom

Todos más o menos consultamos el servicio de pronóstico meteorológico para saber si hay que salir en pulóver o en bermudas. Si existiera algo similar para la música y uno consultara cómo será el siguiente disco de Kiss, el pronóstico hubiera sido nefasto y no sería una sorpresa. Actualmente Kiss está compuesto por una estrella de los realitys y del lifting facial, una vieja loca y dos impostores. Claro que Kiss nunca fue una banda artística, siempre se trató del show, pero carajo que era un buen show: original, quilombero, gracioso y provocador. La fantasía de todo adolescente de los 70s, esas caricaturas vivientes con máscaras de guerra y superpoderes. Yo fui un fanático enfermo de Kiss, en mi caso durante los 80s, cuando todavía se los acusaba de satánicos (costumbre que continuó hasta principios de los 90 con Guns 'n' Roses, increíblemente). Pero ya en los 80s y en especial a partir de los 90s, Kiss se convirtió en una prostituta barata, refritando todo lo que habían tenido de bueno, peleándose como vedettes, re-contratando a Peter Criss y Ace Frehley y volviéndolos a echar... es decir, una empresa sin vestigios de autenticidad. Igualmente los vi en vivo en el 98, nunca había ido a verlos y no estuvo mal volver a gritar "Love guuuuunnnnnn...", porque esas canciones siguen siendo efectivas y no me las olvido jamás. Esa gira trajo "Psycho Circus", un disco de porquería que tema tras tema intentaba replicar, esta vez a modo de cliché, cada uno de los éxitos de las buenas épocas. Después Criss se fue a la mierda, a Frehley lo volvieron a rajar, reapareció Eric Singer y luego Tommy Thayer, vestidos como The Cat y Spaceman respectivamente. Y fue más de lo que muchos fans leales pudieron soportar. Una cosa es que cambien integrantes, pero que unos tipos se hagan pasar por los originales ya era demasiado. Kiss había pasado a ser definitivamente un triste recuerdo del pasado.

Y de pronto, contra todo pronóstico desalentador, graban Sonic Boom. A ver, no se trata del mejor disco de Kiss ni mucho menos, pero es lo mejor que han grabado desde Lick It Up, es decir... 26 años! Los viejos Simmons y Stanley, junto a los dudosos pero musicalmente efectivos Singer y Thayer, se las han arreglado para agregar unos cuantos temas que tranquilamente pueden integrar lo mejor del repertorio de Kiss. Y lo hicieron sin ningún vestigio de modernidad. No hay teclados como a fines de los 80s, no hay nada del rock moderno, simplemente retomaron el sonido de 1975-77 y algo de 1982-83 (Creatures Of The Night y Lick It Up). Y además, hay canciones realmente buenas. "I'm An Animal" suena como una locomotora, "Modern Day Delilah" tiene un riff perfecto y aplastante. Las canciones más melódicas como "Stand" están muy bien, no son relleno, están bien escritas.

A la luz de lo que ha sido Kiss en los 80s y 90s, Sonic Boom es un triunfo. En serio, ni en mis mejores sueños se me cruzó la posibilidad de volver a disfrutar de un disco nuevo de Kiss. Los viejos comerciantes todavía tienen un par de trucos para devolver dignidad a su gran historia.